Exposición realizada en el Espacio 101
Alimentados con Energía Solar es el proyecto con el cual terminamos todo un año de trabajo profesional. Referir nuestro trabajo como una actividad profesional equivale de alguna manera a decir -terminamos por todo lo alto- pero no, no es así. Para desarrollar un trabajo profesional se requiere de un mínimo de garantías, las ganas y el deseo de hacer algo bueno no son suficientes. Si al reproche a la clara escasez de oportunidades y deficiencia en los apoyos agregamos también la inseguridad colectiva, la falta de riesgo y el miedo al fracaso, y peor aún, ideas cuyo discurso no llegan más que balbuceos, lo profesional entra en duda.
Quiero empeorar más las cosas. El arte resulta ser un mundo el cual toma bastante distancia, no existe gremio ni familiaridad, las opiniones al igual que el poder siempre van a permanecer divididas. Terminamos diciendo no más para seguir insistiendo en lo mismo: en el arte y en la espectativa de contribuir a la construcción de una sociedad mas justa.
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Alimentados con Energía Solar esta conformado por un conjunto de tres piezas y un señalamiento a una de las paredes del lugar. Tenemos un grupo constituido por documentos en los que se anexamos un articulo de periódico que comenta la cantidad de dinero invertida en planes para el desarrollo de la cultura –que es bastante alto-, al igual que la oferta. En contraste a esto agregamos reseñas a modo de encuesta que describen actividades y practicas de amigos artistas que se ven obligados a operar por auto gestión, invirtiendo en muchos casos además de su trabajo, recursos propios. Esta selección termina con una pequeña nota en la que un profesor alega a sus alumnos que el arte no cambia el mundo, y que su fuerza y deseos de cambio radica nada más en el hecho de ser jóvenes y tarde o temprano van a tener que arrodillarse y vender su culito, y así regocijarse en la conformidad.
La segunda pieza es una pintura en la que retomamos la imagen de una postal, la vista clásica del museo Guggenheim de Bilbao brillante, imponente, extravagante cuidado por la escultura de flores Puppy de Jeff Koons. Tomamos como referente este edificio ya que representa literalmente lo que un personaje como Rafael en la novela Buda Blues de Mario Mendoza denomina como La Cosa, una construcción que simboliza la cultura de un capitalismo salvaje y excesivo. Reemplazamos la figura del perro detrás de su amo por la de un hombre con rasgos de animal que en vez de darle la espalda al museo y protegerlo, se inclina delante de él a la espera de una oportunidad.
El último objeto es la proyección de un vídeo sobre sobre una piedra. Acompañado de una lámpara de escritorio que representa la acción de la luz del sol, tratamos de realizar la metáfora de un organismo -pintura1- que permanece en constante cambio sobre la superficie.
1. Reemplazar el término pintura por Plancton.
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¿Tiene el apoyo de una institución (museo, galería, organización) para desarrollar proyectos artísticos?
No. Los proyectos en su mayoría han sido autogestionados. Cuando trabajamos en espacios cerrados y por invitación los gastos de montaje por lo general corren por nuestra cuenta,incluso el material impreso que se le entrega al espectador. En los casos donde el trabajo se desarrolla por convocatoria el apoyo siempre contempla invitaciones, inauguración y eventualmente un catálogo pero nunca se contemplan honorarios para el artista.
¿De dónde obtiene el presupuesto (dinero) para el desarrollo de su propuesta?
En la mayoría de los casos yo mismo asumo los gastos de producción de mis proyectos. Estos dineros suelo conseguirlos a través de la venta de pinturas o fotografías que he realizado en diferentes momentos de mi carrera, por estrategias un tanto "indecorosas" como rifas o subastas de arte, e incluso mediante gestos de "caridad" de parte de mi familia. Sin embargo, los proyectos más ambiciosos que he desarrollado han contado con el apoyo económico y logístico de diversas instituciones culturales.
¿Cuál es el espacio que considera más propicio para desarrollar su trabajo, porqué?
R/ Mis trabajos, por lo general, suelen ser desarrollados en espacios públicos. Sin embargo el arte "ES ARTE" sólo al interior de los espacios físicos de legitimación que la institución arte ha construido para sí, por lo que mis proyectos terminan, tarde o temprano, siendo exhibidos en sus paredes perfectamente pintadas. Aún así, y debido a los elementos sociales, experimentales y efímeros presentes en mis trabajos, considero que aquellos espacios que enfocan su relación con los artistas en base a sus procesos y no a una serie de ejercicios finalizados, resultan ser la mejor opción.
R/ Considero que la galería, la calle o cualquier espacio de carácter independiente es propicio para desarrollar mi trabajo, para mi lo importante son las garantías que ofrezca el espacio, es decir, que tenga total libertad para trabajar. Lo que me importa de los espacios son los vínculos afectivos que pueda estrechar con el lugar, con el espectador o el visitante ocasional.
¿Cual sería el alcance que podría llegar a tener su propuesta si contara con un mayor patrocinio?
Un patrocinio otorgaría una especie de estabilidad, que se traduciría en tiempo detrabajo para profundizar la investigación/producción. Sin embargo, habría que considerar el lugar de enunciación, la mediana marginalidad que da la independencia, permite los excesos.
¿Ha llegado a pensar que pierde el tiempo o por el contrario, el trabajo que realiza tiene un gran valor?
R/ Si han intentado persuadirme y hacerme pensar que pierdo el tiempo, pero no tengo esa percepción del tiempo. No quiero llegar a ningún lugar, o sea, tampoco hago carrera en ningún sentido. Lo que hago tendría un valor imaginario, un valor simbólico, que me satisface. Entonces, volviendo a la primera pregunta, en un punto si vivo del arte.
Registro Espacio 101
editado por Andres Bustamante